Reconociendo el amor

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Desde que nacemos, una de nuestras principales necesidades es la de sentirnos amados y esa necesidad prevalece a lo largo de nuestra vida, no importa la edad, el género, la raza, la condición social,  todos de una forma o de otra esperamos recibir y entregar amor.

El amor es una forma de expresión de nuestro Ser, tenemos la capacidad de experimentar amor hacia nosotros mismos, hacia otras personas, hacia nuestras mascotas, hacia la naturaleza, incluso podemos sentir amor por nuestro trabajo, por la danza, por la música, por el arte, etc.

Al hablar de amor, nos encontramos con diversos enfoques, algunos señalan que es un sentimiento, una emoción, una actitud, una elección, una decisión, en fin, mucho se ha escrito o discutido al respecto y más que clarificar ¿Qué es el amor? Me gustaría compartirte algunos elementos que desde mi experiencia influyen en la manera en que expresamos o recibimos el amor.

Desde pequeños vamos recibiendo mucha información, pero sobre todo aprendemos de las personas que están más cercanas a nosotros, nuestra familia, en ellos observamos actitudes, su lenguaje corporal, escuchamos sus palabras, somos testigos de la manera en que se relacionan con nosotros y con las demás personas; conforme crecemos recibimos influencia de los amigos, de los maestros, de los medios de comunicación, de los libros o simplemente de lo que observamos en nuestro día a día. Podemos recordar algunas experiencias o situaciones, sin embargo, no nos damos cuenta de lo mucho que puede llegar a influir en nosotros los eventos que incluso, ni siquiera recordamos.

Y es precisamente el cúmulo de esas experiencias conscientes o inconscientes las que van construyendo nuestro modelo del amor, es decir, la manera en que consideramos se expresa o se recibe el amor y no se trata de definir cuál modelo es correcto o incorrecto; me parece que lo valioso reside en preguntarnos si nuestro modelo del amor nos permite relacionarnos con nosotros mismos y con los demás de manera sana y armoniosa, si a través de él disfrutamos la vida a plenitud, si nos da la oportunidad de trascender y evolucionar.

Un ejercicio interesante podría ser revisar nuestro modelo del amor a través de varios filtros, que nos ayuden a enriquecerlo o a clarificarlo si es necesario. Un primer paso sería identificar las expectativas que tengo y asumir que no necesariamente se van a cumplir, esto implica el cultivo de la aceptación de lo que sucede y el desapego de lo que me gustaría que sucediera.

Otro elemento fundamental es la comunicación, interesarnos por descubrir maneras de comunicarnos asertivamente y desde nuestra propia responsabilidad, pueden contribuir a fortalecer la confianza y a propiciar espacios para hablar libremente de lo que sentimos o de lo que necesitamos y así no dar pie a resentimientos o a culpabilizar a los demás por situaciones que sucedieron mucho tiempo atrás.

Reflexionar que tanto están presentes la Bondad y la Amabilidad en nuestra convivencia con nosotros mismos y con los demás; que tan frecuentemente nos preguntamos ¿Qué puedo hacer hoy por esta persona a quien amo tanto? ¿Qué puedo hacer hoy para mejorar su día? No se trata de realizar grandes hazañas, se trata de encontrar esas pequeñas acciones que podemos hacer para suavizar la rutina.

Revisar si mi modelo del amor cuenta con empatía y compasión, que me permitan comprender que los demás también experimentan dolor e incluso sufrimiento y por lo tanto eventualmente sentirán malestar y es posible que con el simple hecho de escucharlos pueda contribuir en algo al alivio de su malestar, en lugar de juzgar o descalificar lo que les sucede.

El checklist para revisar nuestro modelo del amor puede ser muy amplio, el amor integra e implica un sinfín de elementos, sin embargo el tener presente que el amor es la oportunidad para recordar y reconocer que somos uno, que desde siempre lo hemos sido, nos regala la posibilidad de reconectarnos con nuestro Ser para vincularnos sana y pacíficamente con los demás.

Deseo de todo corazón que estén rodeados de amor hoy y siempre.

Con todo cariño

Adriana Gutiérrez G.

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